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domingo, 19 de mayo de 2013

De armas tomar



Si no se saca los dedos de los oídos, mi comandante, dudo que vaya a poder tirar, dijo en medio de la cacería el comisario de Colón, quien, pese a mis explicaciones, seguía obstinado en llamarme así tanto como en verme disparar la escopeta.

Microcuentos


La acabadita

(Mail de un amigo al otro) “Con la mina de la otra noche al final estuvo buenísimo. Me quedé en su casa y todo. Lo bueno del garche fue que estuvo completito. Tuvo desde abrazos y caricias, una cosa muy tierna, hasta acabadita en la boca, como frutilla del postre para coronar una velada memorable, no sabés. Ahí fui al baño, escupí, me limpié un poco y cuando volví a la cama nos quedamos dormidos. Ojalá la vuelva a ver de nuevo. Después igual te cuento bien”.

jueves, 14 de marzo de 2013

Nubes amarillas naranjas


1. Tratar de dormir y de despertarse. Ir de la cama al escritorio. Nada más salir del monoambiente para las necesidades básicas. Despertarse y dormir.

2. En algún lugar de la ciudad, seguro dos hermanitos entran felices a su casa con la flamante pelota de cuero que en el supermercado acaban de comprar. Mientras se sirven Coca del freezer dejan la bocha quieta en el medio del patio. El gato que tienen como mascota se acerca entre tímido y curioso a husmear la nueva presencia. En eso, la pelota estalla y revienta en gajos. Los chicos salen alarmados por el estruendo y se encuentran con el suceso. Uno le echa la culpa al gato, que ha corrido disparado hacia los techos.

lunes, 4 de marzo de 2013

Tentáculos de calamar (y otros textos de alcoba)


Después de cenar entra en el dormitorio. La luz mortecina del velador naranja, que está en la mesita del lado vacío de la cama de dos plazas que les regalaron, le alcanza para moverse sin tener que encender la de arriba, blanca y principal. Ella está dormida.

domingo, 19 de agosto de 2012

Crónica de un sábado con El Ñato


Aunque charlar con él me fuera a servir para el guión, bajo ningún punto de vista tendría que haberle dicho que sí al Ñato. Y no porque los planes basados en el utilitarismo de personas suelan terminar mal, como si recibiésemos nuestro merecido por actitudes tan feas, sino porque lisa y llanamente El Ñato es de esos amigos que, de alguna u otra manera, siempre se las terminan ingeniando para meterte gratuitamente en sus problemas. O sea: ver al Ñato ya es en sí misma una invitación segura a terminar mal.

jueves, 19 de julio de 2012

Crónica de un fin de semana en familia


El fin de semana pasado vinieron mis padres de visita. Estando con ellos me di cuenta que me cansé de ser hijo. Así que esto no va más, se terminó y esta vez va en serio. Llegué a una conclusión: antes que ser hijo prefiero tener un hijo. Y antes que andar pagando cuatrocientos ochenta pesos por sesión para reconstruir el vínculo que mantengo con mis padres prefiero ser padre. Y listo, punto y aparte.

miércoles, 4 de julio de 2012

Adoptiva


¿Te das cuenta papá?, ¿te das cuenta de que al final está todo armado alrededor de la mentira y el engaño? Sí, ya sé, no me digás, ya sé que toda familia es hipócrita y esconde sus secretos, que una cosa es lo que se ve y otra muy distinta es lo que pasa de puertas para adentro. Pero a mi qué me importan las falsedades de los demás. Aparte eso no es justificativo de nada, a mí no me sirve como consuelo… Qué perdón ni perdón, por qué no te ponés un poquito en mi lugar: imaginate que llevás una vida de años y de repente un buen día te enterás de que no sos la persona que siempre creíste ser, ¿vos cómo te sentirías?, decime, a ver, ¿cómo te sentirías?... Vos sabés que yo les agradezco de corazón todo lo que hicieron por mí desde que decidieron traerme, y hasta puedo entender que a su manera hayan intentado protegerme, pero ¿por qué tardaron tanto en decirme la verdad?... Por mi bien un carajo, ¡¿cuánto tiempo más iban a esperar papá?! Y no me pongás esa cara. Y miráme a los ojos cuando te hablo. Porque la que no va a poder mirar más a nadie acá soy yo: ¿qué van a pensar en el barrio cuando se enteren de mi verdadera condición? ¿Con qué cara digo yo en la Facultad que no soy hija de desaparecidos, como ustedes me contaron desde chiquita?...  Andá papá, dejame sola, andá. Ahora no tengo ganas de escuchar ninguna historia. No, ahora no quiero saber de quién soy hija.