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jueves, 10 de febrero de 2022

Testearse el Yo y otras columnas en Lobo (#CDD7)

 

Alguna vez un cumpleañero o cumpleañera se va animar a postear en facebook: “Gracias a todos por los saludos. La verdad es que no la pasé para nada bien. El día se me hizo interminable y me aburrí. Pero gracias igual”. ¿Qué tan feliz puede llegar a ser algo si presupone tener que acreditarlo? Por lo general tenemos una imagen de la obediencia que es asimétrica y vertical. Hay alguien arriba que nos manda, inculca, baja línea o nos viene a adoctrinar. Una jefa, un político, el profesor, un padre, una madre, el cura, el superior, un creativo publicitario o el dueño de un medio de comunicación. ¿Y si la obediencia funcionara también de un modo horizontal, desde abajo?

miércoles, 6 de junio de 2018

Recomendaciones para leer (#Columna 6)


1. Volver de vacaciones se parece cada vez más a un split en verano: lo apagás y al minuto ya hace calor de nuevo, no quedan marcas en el ambiente ni en el cuerpo, como si nunca te hubieras ido a ningún lado. La subjetividad split es contemporánea de esta otra afirmación: hoy no estamos en soledad cuando nos quedamos solos en casa sino recién cuando salimos a la calle a hacer alguna tarea. Esto es algo que podría decir Jonathan Franzen. O el compañero Agustín Valle.

Por mi parte, lo pude comprobar yendo a trabajar a Santa Fe, cada quince días, durante más de dos años. Me la pasaba en autos o en reuniones, rodeado de abogados, funcionarios, choferes y policías; y en tiempos en que la gestión del ocio es una ocupación agobiante (dónde ir, cómo encontrarse, qué música escuchar, de dónde bajar los subtítulos), cada viaje intensivo de esos resultaba liberador. Al contrario del mini turismo, volvía renovado. Una fiesta del descanso por vía de la súper agenda y la hiper-reunión. La esfera pública era un remanso.

lunes, 4 de marzo de 2013

Miedos eran los de antes (#CDD 5)



Una vez, un compañero de la Facultad con el que me juntaba a estudiar, me contó, con el tono de quien está por compartir una confesión íntima, que cada tanto, al levantarse a la mañana, veía en la cocina de su departamento a una vieja que lo miraba fijo.

viernes, 1 de marzo de 2013

Vacaciones de uno mismo: ventajas y desventajas (#CDD 4)



Pese al incremento de feriados y fines de semana XL generosamente distribuidos a lo largo de las cuatro estaciones del año, las vacaciones propiamente dichas, las vacaciones posta, siguen y seguirán siendo para el grueso compatriota las de verano e invierno. Sobre todo las de verano, por más vueltas y promociones de temporada baja que al asunto queramos buscarle. Eso en cuanto al calendario de las vacaciones. Ahora bien, ¿qué hay de su objeto?, ¿vacaciones respecto de qué?, ¿de qué son vacaciones las vacaciones?

lunes, 8 de octubre de 2012

Llorar para arriba (#CCD 3)


Varón argentino, de melancólica tendencia a la inmadurez y comportamiento obsesivo, si se halla usted atravesando un muy reciente desencanto amoroso con cierto despecho, he aquí algunos consejos, extraídos de un capítulo de  nuevo libro enviado a la redacción de este blog por Lumpen, editorial líder en el rubro. Esperando le resulten de utilidad, a continuación los compartimos:

sábado, 11 de agosto de 2012

Corriendo para pensar (#Columna del Doctor 2)


Hace unos años decidí hacer caso a las recomendaciones de mi alergista. Compré antiparras, una gorra, una de esas mallas tipo bóxer y empecé natación. A los dos meses de iniciado, después de semanas enteras en las que la relación con el agua se había visto básicamente limitada a número de piletas, minutos de descanso y cantidad de brazadas, y a excepción de un día en el que -gente grande ya- cual delfines nos hicieron pasar por unos aros subacuáticos, una tarde el profe a cargo de la clase se arrimó y, con esa mezcla de diplomacia y cinismo de quien ya sabe la respuesta, me preguntó si de chico yo había hecho deporte.

miércoles, 4 de julio de 2012

Propuestas artísticas para descomprimir el caos vehicular en la ciudad (#Columna del Doctor 1))


En Rosario se patentan cien nuevos autos por día y de un tiempo a esta parte sus calles se han vuelto intransitables. Puntos de la ciudad históricamente conectables en quince minutos pueden demandar hoy casi una hora. No queda calle que se salve del paso de hombre. Ni siquiera las más insulsas, Tres de Febrero por ejemplo, también conocida según un colega como “la Viamonte del microcentro”. ¿Qué hacer? En principio, salir de casa con mayor antelación. Y tener siempre un tranquinal a mano, cuestión de afrontar con paciencia verdaderas expediciones, hostiles travesías que entre otras cosas suelen incluir encarnizadas escenas de pugilato, situación en la que mejor tener más a mano un garrote que un tranquinal. ¿Pero qué más?