Escribir para no ser escrito. De acuerdo. En
principio, por las novelas familiares que nos hablan. Después -y sobre todo- por
los automatismos discursivos de la época. La que narra en nuestra familia es mi
abuela paterna. De mi mamá no sé casi nada. Mi madre se deja narrar. Es así en
la memoria. De boca de la rama materna de nuestra familia no recuerdo haber
escuchado historias…
El tío Leonardo echó a Rucci de su
estancia en el norte porque envalentonaba a los peones. El tío Tito atropelló a
un mendigo en la ruta, en Chaco. Era de noche, y cuando se bajó y vio lo que
había hecho, le dio tanta impresión que volvió al auto, agarró el volante y se murió
de un infarto. A mi abuelo Eduardo lo echaron de la gerencia de Acindar por ser
honesto. Nunca antes se lo había visto llorar. Fui el primero en descubrir que
mi mamá estaba embarazada. Tenía un año y medio…