sábado, 12 de septiembre de 2020

Veinte hipótesis sobre comunicación conectiva*


1. En el fondo, muy en el fondo, si algo demuestra la disyuntiva planteada entre economía y vida es que la economía, así como la conocemos, es algo que no tiene nada que ver con la vida. No al menos con la vida entendida como existir, que no es lo mismo que funcionar. Son dos lógicas distintas. Existir supone conflicto, inadecuación, tiempo muerto, incomodidad. Funcionar supone funcionar.
2. La novedad del sueño técnico, dice Christian Ferrer, es que el cuerpo vale ya no en nombre de ninguna interioridad a preservar o fortalecer sino como cosa en sí misma. Que rinde, produce y se concibe a la manera de las máquinas, articulando criterios progresivos de maximización y utilidad. Y si para la mentalidad técnica el cuerpo es máquina, ¿por qué no se iba también el lenguaje a maquinizar?
3. El poder para Foucault es productivo. Opera no tanto en lo que prohíbe como en lo que hace-hacer. El poder en el lenguaje para Barthes, igual. Está no tanto en lo que censura como en lo que hace-decir. La inercia poderosa del funcionar se refleja en nuestros días en la imposibilidad de desconectarse. Los automatismos discursivos y las inercias lingüísticas, por su parte, adoptan las formas del emitir.

jueves, 6 de agosto de 2020

Sobre la escritura, la vida y el rendimiento en las instituciones educativas

1. Escribir es cumplir. Eso es así. En los últimos años trabajé con docentes de secundario, estudiantes de posgrado e ingresantes universitarios y leyéndolos pude ir encontrando dos o tres problemas sobre los que podríamos inventar un espacio. Pero todo lo que se diga ha de ser dicho teniendo en cuenta esto: que la escritura en las instituciones educativas está asociada a tarea, proyecto, evaluación, examen, acta, prueba, entrega… Una práctica que queda siempre vinculada a algo más formal-administrativo que investigativo-personal.

2. Imagino a veces a mis cursantes como participantes de unas redes de contrabando. Los visualizo arriesgando su integridad al meterse en los precarios pasillos del spam virtual a buscar resúmenes de dudosa procedencia y mala calidad. No se trata de ponerse legalista ni moral, ya veremos que no. Sólo quiero contar, para empezar, algo que probé en un curso. Un razonamiento que tuve cuando entendí que el examen escrito presencial tradicional lo único que en el fondo logra, más allá de las buenas intenciones, es alimentar el mercado negro del pastiche y fomentar el tráfico de síntesis de segunda mano.

viernes, 12 de junio de 2020

El dispositivo de la opinión (obrita en tres actos)


[PRIMER ACTO. Cualquier noche al principio de la pandemia en los balcones de Buenos Aires. Se escuchan bocinas y aplausos...]
— Paren un poco con las cornetas che, ¿acá nadie piensa en los perros?...
— Sí viejo, y lávense las manos antes de aplaudir, que nos ponen a todos en riesgo...
— A todos y a todas, querrás decir…
— En riesgo nos ponen los que violan el aislamiento, decí que hay un gobierno que nos cuida…
— Yo trabajo desde los quince años eh, no necesito que me cuide nadie…
— Dejen de hacer política y aplaudan a los científicos del Conicet, loco, que son héroes…
— Política hacemos todos. No confundamos la política con los políticos. Ojo…
— Héroes son nuestros soldados, que pelearon en Malvinas…
— Mi marido está esperando para operarse una hernia hace seis meses, así que a mí no me vengan con la de aplaudir a los médicos…
— Los que peor la llevan son los viejos, que tienen que ir a cobrar a los bancos…
— Digamos la verdad: lo que hizo Larreta con los bancos de las plazas, un desastre…
— A los chicos también les cuesta sobrellevar la cuarentena…
— Los que hundieron el Ara San Juan son los mismos que hundieron a los chicos del Belgrano…
— La cuarentena es la única vacuna que tenemos para retrasar el pico de contagios…
— Pepe Mujica estuvo preso doce años. ¡Eso es cuarentena! Y pensar que acá algunos se quejan...

domingo, 16 de febrero de 2020

La semana de los escritores


Semana pareja. Hernández se sentó a leer en un Café Martínez, Lapegue hizo lo propio en un Bonafide, Bulnes en Havana y Garnero en Starbucks. Los cuatro coincidieron en afirmar que les gusta más el café que suelen tomar en sus casas. Achaval, por su parte, salió a correr. Mientras que Norman, Moreno y Di Natale optaron respectivamente por caminar, ir a la pileta a nadar libre o subir una montaña. Según la última actualización del sitio oficial de la FADE (Federación Argentina de Escritores), así quedaron las posiciones en el ranking de varones: 1. Garnero 2. Moreno 3. Hernández  4. Cisneros 5. Lapegue 6. Oncativo 7. Karpan 8. Consiglieri 9. Norman 10. Di Natale 11. Achaval 12. Ranieri 13. Bulnes 14. Lioy 15. Restelli.