jueves, 10 de febrero de 2022

Testearse el Yo y otras columnas en Lobo (#CDD7)

 

Alguna vez un cumpleañero o cumpleañera se va animar a postear en facebook: “Gracias a todos por los saludos. La verdad es que no la pasé para nada bien. El día se me hizo interminable y me aburrí. Pero gracias igual”. ¿Qué tan feliz puede llegar a ser algo si presupone tener que acreditarlo? Por lo general tenemos una imagen de la obediencia que es asimétrica y vertical. Hay alguien arriba que nos manda, inculca, baja línea o nos viene a adoctrinar. Una jefa, un político, el profesor, un padre, una madre, el cura, el superior, un creativo publicitario o el dueño de un medio de comunicación. ¿Y si la obediencia funcionara también de un modo horizontal, desde abajo?

lunes, 7 de febrero de 2022

Sobre lo masculino y lo biográfico en lo académico

  

En Regreso a Reims, el padre de Didier Eribon muere y entonces él, que vive en París, desentendido de sus hermanos y hasta de la existencia de sus sobrinos, después de décadas sin hacerlo, vuelve a su ciudad. Un día, revisando fotos con la madre en la cocina de la casa familiar, empieza a preguntarse por qué. ¿Por qué nunca ha vuelto desde que se fue? Así es que se pone a escribir y descubre esto: cuando vivía en Reims ocultaba su homosexualidad e irse de ahí era la posibilidad de liberarse, inventarse una propia vida lejos, de paso más próxima a sus nacientes inquietudes culturales; pero, una vez instalado en la gran capital, se dio cuenta que comenzó a reemplazar un ocultamiento por otro y terminó escondiendo otra cosa: su clase social. Si en el ambiente obrero natal borraba todas aquellas marcas estéticas, indumentarias o de habla que develaran su condición gay, ante los sofisticados interlocutores parisinos se dedicaba a domesticar aquel conjunto de huellas que dejaran al descubierto su proveniencia proletaria.