ficción cultural; ensayo práctico; guionismo humorístico; lecturalia; monólogo teatral; cosas que son muy largas o muy oscuras para las redes; texto en avance; todo salvo las publicaciones académicas; todo salvo las pastillitas rándom; todo salvo la narrativa zen y no hay lugar al que llegar; archivo 2012-2024 online
jueves, 25 de enero de 2024
domingo, 3 de septiembre de 2023
Sala de castración
[Vemos a dos hombres, de entre cuarenta y cuarenta y cinco años, de aspecto intelectual bienpensante, bastante hegemónicos, sentados uno al lado del otro en la sala de espera de una veterinaria, en un barrio que podría ser Chacarita o Colegiales, en una ciudad como Buenos Aires. Cada uno está con su respectivo perro y un tupper de plástico. No parecieran ser amigos pero sí conocerse, acaso por cruzarse seguido en el vecindario o por ser habitués de la veterinaria. Comparten una misma estética, una cosmovisión, un lenguaje, una mirada de la realidad. Hay una mesita baja de la que sacan diarios y revistas para paliar la espera, mientras van hablando…]
domingo, 19 de mayo de 2013
De armas tomar
Microcuentos
La acabadita
(Mail de un amigo al otro) “Con la mina de la otra noche al final estuvo buenísimo. Me quedé en su casa y todo. Lo bueno del garche fue que estuvo completito. Tuvo desde abrazos y caricias, una cosa muy tierna, hasta acabadita en la boca, como frutilla del postre para coronar una velada memorable, no sabés. Ahí fui al baño, escupí, me limpié un poco y cuando volví a la cama nos quedamos dormidos. Ojalá la vuelva a ver de nuevo. Después igual te cuento bien”.
jueves, 14 de marzo de 2013
Nubes amarillas naranjas
1. Tratar de dormir y de despertarse. Ir de la cama al escritorio. Nada
más salir del monoambiente para las necesidades básicas. Despertarse y dormir.
2. En algún lugar de la ciudad, seguro dos hermanitos entran felices a su casa con la flamante pelota de cuero que en el supermercado acaban de comprar. Mientras se sirven Coca del freezer dejan la bocha quieta en el medio del patio. El gato que tienen como mascota se acerca entre tímido y curioso a husmear la nueva presencia. En eso, la pelota estalla y revienta en gajos. Los chicos salen alarmados por el estruendo y se encuentran con el suceso. Uno le echa la culpa al gato, que ha corrido disparado hacia los techos.