Y un día, sin importar tus casi cincuenta años en el rubro, te llama uno de estos chicos de recursos humanos, y en una oficina fría de estas blancas que se usan ahora, como si le hablaran a una planilla, te agradecen por los servicios prestados. Y vos, que en tus años mozos te diste aires de rey del microcentro, que supiste pisar fuerte en el Florida Garden, que hiciste pata ancha en los pasillos de 25 de Mayo para capear los temporales y sobrevivir a todos los vientos de cambio, terminás sentado en el canil de una plaza, sacando al perro, con aroma a orín, hecho un jubilado… Tobías, ¡vení para acá!… El achicamiento es por la crisis, dicen, pase a retiro, no queda otra que ajustarse, hay que adaptarse a los tiempos que corren, mi estimado. Pero yo sé que para ellos soy lo viejo, que represento el pasado. Quién diría: lo que no pudieron los intentos de reforma, lo están pudiendo estos chicos a los que encima voté como los votó cualquier ciudadano. Igual ojo, rencor no les guardo…
ficción cultural; ensayo práctico; guionismo humorístico; lecturalia; monólogo teatral; cosas que son muy largas o muy oscuras para las redes; texto en avance; todo salvo las publicaciones académicas; todo salvo las pastillitas rándom; todo salvo la narrativa zen y no hay lugar al que llegar; archivo 2012-2024 online
sábado, 13 de febrero de 2021
domingo, 19 de mayo de 2013
Microcuentos
La acabadita
(Mail de un amigo al otro) “Con la mina de la otra noche al final estuvo buenísimo. Me quedé en su casa y todo. Lo bueno del garche fue que estuvo completito. Tuvo desde abrazos y caricias, una cosa muy tierna, hasta acabadita en la boca, como frutilla del postre para coronar una velada memorable, no sabés. Ahí fui al baño, escupí, me limpié un poco y cuando volví a la cama nos quedamos dormidos. Ojalá la vuelva a ver de nuevo. Después igual te cuento bien”.
lunes, 4 de marzo de 2013
Miedos eran los de antes (#CDD 5)
Tentáculos de calamar (y otros textos de alcoba)
viernes, 27 de julio de 2012
Somos locales otra vez
Venía todo bien. Hasta que empezamos a tener problemas con el campito venía todo bien. Campito le decimos nosotros al terreno que está al lado de donde funcionó la primera sede social del club, ¿vio?, ahí en el paso a nivel. Casi no se usa ese terreno. A veces lo usan los pibes de la prenovena, pero muy cada tanto. Le decía: ahí fue cuando el asunto se empezó a complicar. Es más: estoy seguro de que si no fuera por eso del campito yo no estaría hoy acá, porque venía todo bien la verdad. Si no fuera por eso nadie se habría dado cuenta de nada y usted ni se enteraba…