1. En
el fondo, muy en el fondo, si algo demuestra la disyuntiva planteada entre
economía y vida es que la economía, así como la conocemos, es algo que no tiene
nada que ver con la vida. No al menos con la vida entendida como existir, que
no es lo mismo que funcionar. Son dos lógicas distintas. Existir supone
conflicto, inadecuación, tiempo muerto, incomodidad. Funcionar supone
funcionar.