Escribir para no ser escrito. De acuerdo. En
principio, por las novelas familiares que nos hablan. Después -y sobre todo- por
los automatismos discursivos de la época. La que narra en nuestra familia es mi
abuela paterna. De mi mamá no sé casi nada. Mi madre se deja narrar. Es así en
la memoria. De boca de la rama materna de nuestra familia no recuerdo haber
escuchado historias…